jueves, 10 de marzo de 2016

Taller de viajes a Cuba (9º y último día)

Es domingo y nos levantamos pronto, disfrutamos de nuestro último desayuno cubano: jugos naturales, fruta cortada, huevos revueltos (en tortilla o fritos), pan, mermeladas, mantequilla, café, leche... Lo echaremos de menos.

Abajo nos esperan tres almendrones de los años cincuenta en diferentes colores, seleccionados a propósito para darnos un garbeo por La Habana, Plaza de la Revolución; Universidad, cementerio Colón, parque Almendares y como no el malecón, terminaremos en Parque Central.






Ha sido otra gran experiencia de viaje, vamos a hora a recorrer la Habana Vieja, visitar El Floritida, donde Hemingway se tomaba su floridita, de ahí el nombre, La Bodeguita del Medio, ahí era su mojito y conocer a personajes de la calle, como la vendedora de maní, que hizo las delicias de todos.



Aprovechamos también para ultimar nuestras compras, recuerdos de Cuba y nos adentramos en una escuela de salsa cubana. Se diluyen nuestros últimos momentos en La Habana, parece como si todo haya sido un sueño del que no deseas despertar.



Nos dirigimos en unos bicitaxis a realizar nuestra última comida en Cuba y para ello hemos elegido el paladar más famoso de La Habana donde se rodó la película "Fresa y Chocolate" convertido en "La Guarida", donde hasta la Reina Sofía se encuentra entre sus famosos comensales. Al llegar allí nos encontramos con Mellado y Raul Cañibano, queda esta foto de recuerdo con dos grandes fotógrafos que como denominador común  aman a Cuba como yo.

Disfrutamos de una exquisita comida y después de hacer la típica foto de la ropa tendida en la sala de abajo nos vamos hacia nuestro alojamiento a disponer nuestra maleta para el viaje y hacer una última revisión de las imágenes realizadas en los últimos días. 

Mª Jesús y Antonia se van a quedar diez días más (les ha sabido a poco) y extenderán su viaje a Santiago y Baracoa.
El resto con tristeza nos vamos hacia el aeropuerto José Martí donde nos espera un largo viaje de regreso con nuestra maleta cargada de imágenes que ya estamos deseando organizar, clasificar y editar para satisfacción personal  que nos dejará inmortal esos momentos vividos para siempre de una Cuba que ya está cambiando, pero de la que tuvimos la suerte de ser testigos en este 2016.

Ha sido toda una experiencia, para algunos inolvidables, me alegra poder haber transmitido estas sensaciones que siempre he sentido desde que viajé a Cuba por primera vez en 1999, hace ya muchos años, cuando el fin del período especial y ahora quizás con los últimos revolucionarios.


Salvador, Antonia, Mª Jesús, Blanca, Paloma, Agustín, Concha y Paco, espero que os haya gustado el viaje y Cuba se quede en un rincón de vuestro corazón, para mi siempre tiene un rincón especial.

Adiós mi querida Cuba, o mejor hasta siempre...

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miércoles, 9 de marzo de 2016

Taller de Viajes a Cuba (8º día)

Regresamos a la Habana en una "guagüita" que había contratado para nosotros, no sin antes tener un pequeño disturbio entre el intermediario y el conductor que siempre intentan sacar más dinero de lo pactado. Ya empieza a cansarme el tema...



Después de un viaje de unas cuatro horas dejamos el equipaje en nuestro alojamiento de Centro Habana y nos dirigimos al barrio Chino a comer allí, un lugar que siempre me ha gustado por la relación calidad-cantidad-precio de la comida, ya aprendí que hay que pedir un solo plato, incluso  sobra. Es el lugar donde había ido en los últimos viajes, el barrio no es lugar que entre por la vista, pero eso suelo ocurrir en la mayoría de sitios de La Habana, al menos en esta zona de Centro Habana.


Nos vamos caminando después de esta copiosa comida hacia el Capitolio, que todavía continúa en obras y me detengo en Parque Central para alquilar los almendrones para mañana realizar nuestro último recorrido por gran parte de La Habana, luego descansamos un poco en el Hotel Parque Central, intentando conectar a través de internet y hablar por teléfono con casa, las comunicaciones siguen cada vez peor en este país, ahora no te permiten hablar desde los hoteles, si no estás alojado en ellos. Es uno de los paises con peores comunicaciones del mundo, hasta en paises como la India, Vietnam no existen tantos problemas ni precios tan caros.

Bajamos por Prado, que también está en obras y vamos hacia el Malecón a realizar nuestra última puesta de sol habanera, no nos podemos quejar, la luz es magnífica, como en casi todo el viaje, oleaje, nubes y muchos reflejos en el suelo que dejan las olas que salpican sobre el malecón.

Hay todos los ingredientes para conseguir buenas imágenes, como colofón un pelícano que se posaba en él mientras unos pescadores le daban algo de pescado, fue una tarde magnífica, que espero todos sacaran buenas fotos de ella. Lo veremos dentro de un mes donde nos reuniremos para ver los diferentes trabajos de cada uno.

Es nuestra última noche en La Habana, mañana la pasaremos en el vuelo de regreso, hace frío como nunca había pasado aquí, tengo que sacar el polar que me traje al salir de Málaga mientras caminamos a un lugar cercano para cenar, es sábado y hay mucha gente, pero hay suerte y conseguimos la última mesa libre. 

Para despedirnos de Cuba algunos nos vamos al Café Habana Jazz, donde escuchamos a un grupo de jazz tocando en directo mientras degustamos un buen ron de la tierra, algo impresionante, son unos músicos inigualables.

Hay que dejar lista la maleta que mañana salimos después del desayuno para recorrer La Habana por última vez en un almendrón de los años cincuenta, será un día más turístico de lo habitual, visitar los lugares más emblemáticos y de paso hacer las últimas compras de recuerdos del viaje.

Aunque todavía quedan las últimas fotos que añadir a este gran reportaje en la Cuba del cambio. Por la tarde las conclusiones del viaje y última revisión de fotos antes de la selección final, ya en Torre de Benagalbón (Málaga).

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martes, 8 de marzo de 2016

Taller de Viaje Fotográfico a Cuba (7º día)

Llegamos al séptimo día de nuestra estancia en tierras cubanas, hoy lo vamos a dedicar a recorrer algunas playas caribeñas, hemos elegido dos en Trinidad: La Boca, donde van todos los cubanos de esta parte de la Isla, a la que el fotógrafo cartagenero Diaz Burgos dedicó uno de sus libros "Bienvenidos a La Boca", pero que en esta época del año no estaba ni mucho menos con el ambiente que el supo captar magistralmente como nos tiene acostumbrados en todos sus trabajos y después la playa de Ancón, donde van los turistas extranjeros a bañarse en una playa caribeña de arena blanca y mar azul verdoso cristalino.


Partimos en dos almendrones de los años cincuenta, bien apretaditos como los cubanos, bueno no tanto... Y nos detenemos por un largo espacio de tiempo en La Boca, como ya dije muy despoblada en esta época de año para el turismo nacional.  Luego accedemos a la playa de Ancón, que está muy cerquita y paramos por el camino a realizar algunas tomas en una laguna cercana a la carretera.



Seguimos nuestro camino hasta Ancón, donde recorremos la playa y vemos el gran contraste cuando nos adentramos en la zona cubana, donde todos están metidos en el agua, jugando a la pelota y jaleando sin parar, contrastando con el silencio y quietud de la zona más turística. Allí algunos buscan "plagiar" la foto de Mellado de la portada de uno sus libros tomada aquí. 


Acabamos la mañana en Casilda, visitando su puerto donde nos prohíben la entrada y tenemos que fotografiar desde la valla, con agujeros ya acondicionados para nuestros objetivos y después paramos un buen rato en el pueblo para continuar con nuestras tomas mañaneras hasta la hora de comer. Comida que realizamos en la misma casa de ayer, luego descanso y por la tarde última visita a las calles de Trinidad y sus gentes en dos grupos diferentes. 

Es una delicia, pasear por sus calles y jugar con su arquitectura, sus sombras, charlar con la gente, adentrarnos en sus casas y disfrutar de una experiencia que poco a poco se nos va terminando, ya mañana volvemos para La Habana para agotar los dos últimos días de viaje.

Esta noche toca despedirse de la noche cubana en Las Escalinatas, después de cenar donde se escuchan a grandes grupos de ritmos cubanos, mientras los bailarines hacen las delicias del público. Está abarrotado, no hay ni sitio entre los escalones para sentarse en el suelo, atrás quedan esos años en los que podías elegir una mesita y sentarte a escuchar esa deliciosa música cada noche. 



Nos retiramos pronto, que mañana hay que salir temprano para La Habana, vamos de regreso...

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lunes, 7 de marzo de 2016

Taller de Viaje Fotográfico a Cuba (6º día)

El quinto día fué casi completo de viaje desde Viñales a Trinidad, salimos a las 6,45 de la mañana y llegamos a Trinidad a las 16,15, casi diez horas de viaje, igual que el vuelo de Madrid a La Habana, pero este es el precio que hay que pagar si quieres ver Trinidad, quizás la ciudad mejor conservada y más colonial de toda Cuba. Al llegar nos esperaba una "sorpresita", la casa que había alquilado para alojarnos todos allí, muy bien situada y con buenas habitaciones estaba ocupada ese día y nos hacían trasladarnos por una noche a diferentes casas hasta el día siguiente. Esto es Cuba, algo que sabía podría suceder, como ya me había ocurrido en otras ocasiones y más ahora que están desbordados por el turismo y quieren aprovecharlo todo. Un mal método bajo mi punto de vista y encima suben los precios un 40% aún teniendo hecha la reserva desde hace bastante tiempo, les he enviado a la agencia con las que contraté la casa una queja por escrito y hasta la fecha ni me han contestado siquiera.



Vamos al sexto día de viaje donde tenemos previsto recorrer Trinidad, para ello hemos hecho dos grupos para no coincidir en los mismos escenarios todos por la mañana, Trinidad está saturada de turismo, así que tenemos que desplazarnos por calles donde haya más gente del lugar y podamos fotografiar su forma de vida, sus casas, interiores, manifestaciones... Al mediodía regresamos a comer a la casa de al lado de nuestro alojamiento donde el cocinero nos dice que aprendió de su hermano que fué cocinero de Fidel Castro, esas cosas no sabes si creértelas o no... Comienza a llover y nos desplazamos a la cocina donde habilitamos una gran mesa para los nueve y mi gente alucina con esa comida en ambiente cubano, esto es Cuba...


Por la tarde, después de descansar un poco y ya habiendo cesado la lluvia nos vamos todos al barrio de La Popa, otro de mis grandes referentes en mi visita a Trinidad, por sus calles se suceden situaciones únicas y muy interesantes, calles empedradas, jinetes a caballo, niños jugando al futbol, muchas camisetas del Barça, a ver si Florentino hace un viaje por aquí y reparte algunas del Madrid...

Terminamos en la Ermita de La Popa, desde donde se divisa toda la ciudad y el mar, la encuentro muy deteriorada y cercada por una verja, están haciendo un gran hotel al lado (no se como van a acceder allí), y la foto no es la misma que capté hace años.

fotografía tomada en mi anterior viaje a Trinidad


la Ermita de La Popa, 2016




Sin duda hay muchas cosas que están cambiando en Cuba, para muchos que hemos visitado la Isla en el anterior período nos empieza a parecer que esta Cuba terminará en parecerse más a la de Batista y acabará con todos esos valores que tenían inculcados y que ellos mismos empiezan a notar esas contradicciones de lo que antes era malo y ahora ya no lo es. Será una pena, pero tendré que meditar volver a lo que para mi fué "El paraiso perdido", ahora ya comienza a ser un destino turístico que tiene que ponerse mucho las pilas si quiere competir con otros. Es una pena que empiece a perder su autenticidad y señas de identidad, sabía que algún día tendría que llegar esto...



Me siento privilegiado de poder haber vivido este cambio y ser testigo con mis imágenes de todo este proceso. Retornamos a nuestro alojamiento, ya nos hemos cambiado al original y nos vamos a cenar a un lugar cercano que encontramos muy bien de precio y con música  tradicional en directo, luego a descansar que mañana hay que seguir fotografiando, a eso hemos venido.

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sábado, 5 de marzo de 2016

Taller de Viaje Fotográfico a Cuba (4º día)

Hoy nos toca madrugar también y es que como dice el refrán, "al que madruga..." Después de nuestro acostumbrado desayuno nos dirigimos al Mirador de los Jazmines, donde se divisa una magnífica vista del Valle con Los Mogotes al fondo, una auténtica delicia declarada Patrimonio de la Humanidad. Estamos de suerte y hay neblina al fondo, la luz es magnífica para realizar una panorámica y no se cuantas fotos más.


 Por más que me canso de venir aquí en cada viaje, cada vez la luz es diferente y hago distintas imágenes, luego me cuesta seleccionar la mejor, pero eso forma parte del posterior proceso de selección que es otro cantar.

No debemos perder mucho tiempo pues el día va a ser largo, vamos a Puerto Esperanza como destino final, pero por el camino hay algunas paradas obligadas, primero la carbonería, donde la última vez la encontré apagada. Esta vez al llegar Pupi, el carbonero nos dice que esta tarde comenzará a pegarle fuego, amable y conversador, Pupi nos cuenta todo lo que hace en aquel paraje apartado y la pequeña choza donde duerme durante días en el suelo encima de un plástico para vigilar el fuego. Todos alucinan con sus relatos y no paran de fotografiarlo, el se siente orgulloso al convertirse en la estrella principal y al final lo obsequiamos con una buena propina que agradece invitándonos a visitarlo por la tarde. 



Seguimos camino a San Cayetano, donde vive Pupi, aunque el va caminando cada día y hacemos una larga parada para fotografiar a la gente de allí, siempre ha sido un lugar de referencia en todos mis viajes a esa zona, un pueblito pequeño, tranquilo y con gente muy amable. Nos hacemos una foto en los almendrones que mi buen amigo Yoel me procuró desde Angola donde está de misión como médico por un par de años, Robert el esposo de su sobrina fue esta vez quien nos acompañó por esta zona con otros dos más, además en esta hizo hasta de fotógrafo.




Nos dirigimos al punto final, Puerto Esperanza donde después de refrescarnos con una cerveza Bucanero caminamos por el pueblo y su embarcadero hasta la hora de comer tomando nuevas fotos. Es un lugar todavía sin tocar por el turismo, ya empieza a haber algunas casas que alquilan, pero la infraestructura para el turista es prácticamente nula, algunos de sus habitantes se quejan de la poca atención que el gobierno les presta a pesar de sus posibilidades con el mar y unos Cayos a los que se podría llegar y bañarse en una de las pocas playas vírgenes que existen todavía en Cuba. Pero esto le convierte en un pueblo muy tranquilo, como antes era Viñales.


Robert nos lleva a comer a un sitio nuevo que no conocía, acomodado para el turismo donde puedes comer un buen pescado y langosta acompañado de los frijoles con arroz, ensalada, postre y unas Bucaneros fresquitas.

Después de comer, iniciamos el regreso para desviarnos antes a Playuela, algunos prefieren quedarse hasta el atardecer en el embarcadero, así que optamos por hacer dos grupos y dejar allí uno de los coches, nosotros seguimos adelante hacia Playuela para visitar una plantación de tabaco donde la gente está trabajando, arando con bueyes, recolectando y las mujeres y niñas ensartando las hojas dentro de la casa para ponerlas a secar. 

La niña tenía solo nueve años y un niño que corría hacia nosotros descalzo, Blanca le preguntó que porqué no se ponía los zapatos, a lo que le respondió que porque él no tenía zapatos. No nos damos cuenta que privilegiados somos hasta que no vemos como se vive en otras partes del Planeta.




Nos vamos hacia la carbonería a ver si hay suerte y podemos coger a Pupi haciendo fuego, nos lo encontramos por el camino, había ido a su casa a llevar el dinero que le dimos y celebrarlo con una buena comida,  llegamos y comenzó toda la ceremonia de prender fuego al carbón, estuvimos allí casi una hora disparando sin cesar mientras subía y bajaba por la escalera llevando troncos hasta la cima, picando en las paredes de la montaña para que saliera el humo, todo un espectáculo que tuvimos la suerte de presenciar y luego sus explicaciones del proceso, volvió a disfrutar sintiéndose importante ese día e invitándonos a visitarlo cada vez que fuéramos por allí, nos dío su teléfono para que lo llamáramos, ese día Pupi vio recompensado su trabajo diario al ver tanta gente interesada en lo que hacía, sin parar de hacerle fotos en dos sesiones de mañana y tarde.


Ha sido un buen día, sin duda alguna, ponemos fin al Valle de Viñales y mañana toca otra vez madrugar para coger el Viazul que nos lleve a Trinidad, será un largo viaje, pero si queremos visitar la ciudad más colonial de toda Cuba no nos queda otro remedio.

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viernes, 4 de marzo de 2016

Taller de Viaje Fotográfico a Cuba (3er día)

Estamos en el tercer día del taller (lunes), Guillermo nos espera a las siete y media después de coger fuerzas con un completísimo desayuno viñalero, hoy toca recorrido por el valle de Viñales. Uno de mis días preferidos en los viajes a esta zona de Cuba.


Nos adentramos en el valle con esas sombras alargadas de primeras horas del día antes de que el calor comience a hacer su efecto, justo al entrar vemos como el turismo ha comenzado a hacer su estrago, ya hay casas de alquiler hasta en las afueras del pueblo y dentro del valle, pronto esto será historia y los guajiros cubanos cederán sus casas al turismo y dejaran de cultivar. Al menos podré decir que durante más de quince años visité y disfruté de una zona tranquila y todavía virgen.


Aunque todavía hemos tenido la oportunidad de conversar con ellos y que te cuenten su vida llena de experiencias auténticas,  algunos te dicen que nunca han salido del mismo valle, como han sobrevivido a no se cuantos ciclones, ocultándose en los bohíos que han construido cerca de sus casas. Unos cultivan el tabaco, la gran mayoría, otros la malanga, los frijoles, la yuca, los boniatos. Ya los jóvenes no quieren cultivar la tierra y se marchan al pueblo para trabajar con el turismo (sin duda deja más dinero y es menos trabajo), otros se van para La Habana y el que puede a Miami.



Interesante mañana, después de visitar el interior de las casas de algunos de ellos, comprar algunos puros auténticos y escuchar sus relatos, todos disfrutaron y los obturadores echaban casi tanto humo como los habanos. El calor comenzaba a hacerse notar y pronto se imponía un descanso hasta la hora de comer, para después de una breve siesta continuar la jornada hasta el atardecer.



Por la tarde nos dirigimos a una Fábrica de puros, donde la compañera responsable nos pone pegas para realizar algunas tomas, al final como siempre y después de recolectar una buena propina conseguimos que nos deje campear por allí a nuestras anchas. Muchas cosas están cambiando en Cuba...


Continuamos el recorrido por otra zona de los alrededores de Viñales, el tiempo amenaza lluvia, por lo que anulamos la subida al cementerio para visitar a un personaje auténtico de la zona, será en otra ocasión, siempre hay que dejar algo pendiente como excusa para volver de nuevo, así llevo ya diez visitas...



Sin duda ha sido una jornada muy interesante, aunque algo más cansada que la anterior, nos vamos a cenar, hoy toca langosta en salsa (que rica la prepara Maura) y descansar que mañana toca hay madrugón para ir a ver de amanecer en el mirador de los Jazmines donde se divisa todo el valle y desde allí partir rumbo a Puerto Esperanza con algunas paradas por el camino, iremos en tres almendrones (coches americanos de los años 50). Prometedora jornada sin duda, habrá neblina al amanecer en el valle? Cogeremos la carbonería en funcionamiento? Hasta ahora la luz nos está acompañando no podemos quejarnos y para mañana había pronosticado lluvia, hoy sólo cayeron cuatro gotas que en nada nos privó de hacer fotos.


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jueves, 3 de marzo de 2016

Viaje Fotográfico a Cuba (2º día)

Después de dejar nuestro maravilloso apartamento con vistas al malecón de La Habana y tomar un consistente desayuno nos espera abajo nuestro choffer Jorge para llevarnos en una guagüita a Viñales, dos horas y medio de camino nos esperan.



Llegamos a Viñales a media mañana y procedemos a distribuirnos en distintos alojamientos cada uno, ya comenzamos a ver los cambios en Cuba, Viñales está sobre saturada de turismo y ya no es la misma ni siquiera a la de hace un año, la última vez que estuve, a pesar de haber reservado con más de tres meses de antelación, hay problemas con los alojamientos y algunos han de desplazarse algo más lejos. Está totalmente cambiada en la calle principal no queda una sola casa que no sea de alquiler, un paladar, una tienda... Y yumas (como llaman a los güiris) por todos lados, será muy dificil hacer aquí una buena foto. 



Después de comer descansamos un poco y llega Guillermo a recogernos para iniciar nuestro recorrido por el valle, un pequeño contacto con la Cuba Guajira lejos de turistas. El calor se hace notar y hay que echarse las cremas de protección para el sol para no quemarse la piel, que aquí cae bien el Lorenzo a esa hora. Entramos en casa de tabacos y caminamos por el campo.



Un momento de descanso en una ponchera, donde se arreglan los pinchazos y a continuar el camino, Guillermo parece disfrutar con nuestros comentarios y es que como los andaluces no hay nadie, acostumbrado a sus pequeñas giras con los yumas.

Continuamos antes de caer la tarde hacia la hacienda de Benito, que no he dejado de fotografiar en todos mis viajes desde que llegué por primera vez a Viñales, uno de los campos de tabaco de este pueblito de Viñales con una gran vista fotográfica.



Allí encontramos como no a Giovanni, ese negrito que de día trabaja en la plantación y por la noche se convierte en el rey de las pistas de bailes en el Patio del Decimista de Viñales, donde antes se daban citas los lugareños y ahora está lleno de turistas, habrá que ir esta noche a tomarse un mojito y verlo bailar es tan grande el espectáculo como sus poses en esas plantaciones, en las que sobre todos las damas de este viaje no dejaron de fotografiar una y otra vez.


Y con esa labia que gasta, las deja a todas... Nos vamos a darnos una duchita, a cenar, descargar las fotos del día y luego a vivir un poco la noche cubana, pero a dormir pronto que mañana toca madrugón para recorrer el Valle con Guillermo antes de que el sol caliente demasiado.

Este día ha sido algo más suave que el de ayer, así vamos intercalando para que no haya demasiado cansancio. Mañana tocará un día más fuerte, no queda otro remedio si deseamos captar buenas e interesantes imágenes.

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miércoles, 2 de marzo de 2016

Taller de viaje fotográfico a Cuba (día 1º)

El pasado viernes 19 de febrero partimos hacia La Habana con un grupo de ocho alumnos del Taller f:11 de Fotografía en un nuevo proyecto de talleres de viajes internacionales para conmemorar los "30 años de enseñanza en la fotografía".

en la escuela de boxeo de Habana Vieja con Raul Cañibano, fotógrafo cubano.




Sin retraso en el vuelo llegamos a La Habana por la noche, después de pasar control de inmigración, recoger nuestras maletas y cambiar € por CUC (moneda cubana) nos dirigimos a nuestro alojamiento de Centro Habana frente al Malecón en una "guagua" (minibus) previamente contratada por la organización de este viaje.

En la llegada los "viajeros" empezaron a sentir la auténtica Habana cuando desembarcamos en un portal de los típicos habaneros con el ascensor averiado y una escalera que apenas cabíamos por ella... Pero todo tiene solución en Cuba, nos subieron el equipaje, nos dieron un jugo fresquito, las habitaciones fueron de lo mejor que he encontrado en todos mis viajes a La Habana, con una impresionante vista al malecón.

No había tiempo para el jet-lag, por la mañana nos esperaba mi buen amigo Raul Cañibano que nos iba a acompañar ese día por nuestro recorrido por Centro Habana y Habana Vieja, no paramos de caminar y de hacer fotos, todos disfrutaban como niños dispararon sin cesar a todo lo que movía... Visitamos una Escuela de Boxeo infantil donde los niños aprendían, previamente hubo que pactar el precio para realizar las tomas, algo inusual en Cuba, pero que es una de las cosas que ya está cambiando.


Después nos fuimos a comer a un "paladar" de los muchos que hay ya en La Habana, recuerdo en mis primeros viajes a la Isla (1999) que apenas había sitios para comer, luego continuamos rumbo al malecón para terminar la dura jornada de trabajo del primer día de viaje, al día siguiente empezábamos una nueva ruta rumbo a la Cuba Guajira, el Valle de Viñales, eso si después de un generoso desayuno cubano: jugos naturales, fruta cortada, huevos, mantequilla, mermeladas diversas, pan, café, leche...

por La Habana Vieja

Un primer día que  todos disfrutaron como niños el día de Reyes y era solo el comienzo. Aunque después de la cena todos a la cama (algunos ni cenaron), el jet lag hacía su efecto y la caminata que nos metió Raul, que luego me dice que soy yo el que le hacía caminar en mis viajes anteriores, ahora se vengó de mi...

Seguiremos contando...
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