De nuevo Orissa y sus tribus, Sanat, mi guía de aquella zona no paraba de escribirme para que visitáramos otras tribus y la verdad es que el viaje del año 2008 me dejó marcada aquella zona y estaba deseando volver. Esta vez convencí a Mati para que se viniera, llegamos a Delhi y por no ir demasiado cargados, esta vez viajamos con una sola maleta, siempre hay una primera vez, en quince años nunca nos había pasado, cuando fuimos a la cinta de equipajes a recoger el nuestro, no estaba.
Presentamos la reclamación y nos marchamos al hotel, al día siguiente volábamos a Bhubaneswar, donde nos esperaba Sanat, confiamos que esta llegara con retraso y la enviaran para allá. Una vez allí llamamos, pero no había manera, esta llegó con retraso, pero debíamos ir a recogerla al aeropuerto de Delhi, con lo cual sopesamos la perdida de tiempo y el pagar de nuevo billetes de avión ida y vuelta más hotel. Así que decidimos comprar ropa, lo esencial, las cosas de aseo y apañarnos así todo el viaje.
Sanat nos llevó a un Centro Comercial donde nos abastecimos de lo más imprescindible y al día siguiente iniciamos la ruta a la región de Orissa, comenzamos camino de Balliguda para ver las tribus Kutia-Khonda que en el viaje anterior no visitamos, se caracterizaban por sus rostros tatuados.
El alojamiento era bastante mediocre y apenas había infraestructura hotelera, tuvimos que cenar en un comedor local, no había otra cosa, mientras tanto en Delhi en nuestra maleta yacían unos exquisitos salchichones, lomo y jamón envasados al vacío para estas situaciones... Aquí permanecimos dos días y luego partimos rumbo a Rayagada.
El camino era muy interesante y parábamos para hacer fotos continuamente cuando veíamos situaciones interesantes, gente trabajando en las labores agrícolas, alfareros, mujeres recolectando, la luz era bastante mala, a pesar de ser Enero, tan sólo al amanecer podías coger algunos días neblina, el resto del día había que apañarse sin ninguna nube.
Al otro día nos esperaba el interesante mercado donde accede la tribu Dongorya-Khonda, una de las más hostiles de la zona que se caracterizan por sus túnicas blancas y aros en la nariz, es difícil fotografiarlos, no acceden bajo ningún concepto y pueden ser peligrosos, incluso sus mujeres.
De regreso por la tarde nos encontramos nuevas escenas de trabajo rural que tienen especial interés por sus métodos ancestrales.
El quinto día de viaje es el más esperado, vamos al mercado donde accede la tribu Bonda, para mi la más interesante de todas, esta vez me dice Sanat que no podemos visitar el poblado, donde la otra vez salimos casi por "patas", me intenta acojonar diciendo que el mes pasado mataron dos turistas que se acercaron por allí y está totalmente prohibido. Así que intentamos acercarnos al camino para coger una luz mejor que a campo abierto e intentamos hacer algunas fotos en su "procesión" hacia el mercado, vienen casi todas esta vez tapadas con una pequeña túnica azul, es invierno y por la mañana temprano hace algo de fresco y debajo sólo llevan una especie de collares hechos con plantas cercanas a sus poblado que tapan ligeramente sus pechos y un "taparrabos".
Es una pena no disponer de más tiempo para esta tribu y no fotografiarlos en su habitat, ya que es prácticamente imposible. Por la tarde visitamos poblados de tribus Gadaba, más accesible, pero menos interesantes.
Al siguiente día visitamos los poblados de las tribus Paroja, siempre madrugamos para coger la primera luz de la mañana y vamos a los poblados donde la actividad es incesante al amanecer, la gente va a por agua para lavarse, hacer la comida, comienzan las labores, todo el mundo tiene su cometido.
El séptimo día vamos a visitar las tribus Dhuruba, que viven bastante lejos a las orillas de los ríos, la primera foto del día la realicé a las seis y media de la mañana, un grupo de viudas iban al río portando una cesta en la cabeza con flores que ofertaban a sus difuntos.
Iniciamos el camino de regreso hacia Gopalpur, hemos madrugado de nuevo y nos detenemos en algunos poblados Parojas para fotografiar las labores de sus gentes al amanecer, ese día realizo mi foto del viaje, una señora con túnica roja que se acerca con un cántaro a por agua pasando en medio de un haz de niebla entre el sol y la sombra.
Ha sido una de las fotos que más he vendido, aunque curiosamente no ha obtenido ningún premio en concursos de fotografía, será la imagen que utilice para la portada de mi segundo libro.
El camino de regreso es interesante pasamos por otro estado, Andhra Pradesh, que tiene un bello paisaje y nos encontramos a gente esparciendo cereales en la carretera para que los camiones al pasar los aplasten con sus ruedas, todo un acontecimiento.
Por la tarde llegamos a Gopalpur, un pequeño pueblo de pescadores y nos alojamos en un hotel modesto con vistas al mar, todavía hay tiempo de hacer algunas fotos en la playa y coger la puesta de sol y algunos reflejos que dejan la gente que pasean por la orilla con sus coloridos saris.
Al siguiente día como de costumbre madrugamos bastante para ir a hacer fotos de los pescadores de la zona que vienen con la captura de peces y la subastan en plena arena, luego las mujeres las cargan sobre sus cabezas y las llevan a la lonja.
Partimos hacia Puri, último alojamiento del viaje, de camino vamos parando para fotografiar las escenas que nos encontramos. Es el último día de trabajo, el décimo, ya mañana volamos para Delhi y poco podremos hacer, así que después de discutir con Sanat, que se empeñaba en que desayunaramos antes de partir en el hotel, consigo hacerle entender que el camino es largo y cuando lleguemos al poblado de pescadores de Konark, la luz habrá cambiado, había una densa niebla y quería fotografiar las escenas de pescas, las más interesantes de la zona.
Iniciamos el camino de regreso hacia Gopalpur, hemos madrugado de nuevo y nos detenemos en algunos poblados Parojas para fotografiar las labores de sus gentes al amanecer, ese día realizo mi foto del viaje, una señora con túnica roja que se acerca con un cántaro a por agua pasando en medio de un haz de niebla entre el sol y la sombra.
Ha sido una de las fotos que más he vendido, aunque curiosamente no ha obtenido ningún premio en concursos de fotografía, será la imagen que utilice para la portada de mi segundo libro.
El camino de regreso es interesante pasamos por otro estado, Andhra Pradesh, que tiene un bello paisaje y nos encontramos a gente esparciendo cereales en la carretera para que los camiones al pasar los aplasten con sus ruedas, todo un acontecimiento.
Por la tarde llegamos a Gopalpur, un pequeño pueblo de pescadores y nos alojamos en un hotel modesto con vistas al mar, todavía hay tiempo de hacer algunas fotos en la playa y coger la puesta de sol y algunos reflejos que dejan la gente que pasean por la orilla con sus coloridos saris.
Al siguiente día como de costumbre madrugamos bastante para ir a hacer fotos de los pescadores de la zona que vienen con la captura de peces y la subastan en plena arena, luego las mujeres las cargan sobre sus cabezas y las llevan a la lonja.
Partimos hacia Puri, último alojamiento del viaje, de camino vamos parando para fotografiar las escenas que nos encontramos. Es el último día de trabajo, el décimo, ya mañana volamos para Delhi y poco podremos hacer, así que después de discutir con Sanat, que se empeñaba en que desayunaramos antes de partir en el hotel, consigo hacerle entender que el camino es largo y cuando lleguemos al poblado de pescadores de Konark, la luz habrá cambiado, había una densa niebla y quería fotografiar las escenas de pescas, las más interesantes de la zona.
Fue un día interesante y tal como había previsto, si llegamos a desayunar perdemos la buena luz, enseguida salió de sol y se disipó la niebla. Pude hacer más de 500 imágenes y mereció la pena, luego desayunamos y Sanat se empeñó en llevarnos a visitar el templo del Sol, realmente poco más había que hacer por aquí, pensé que el trabajo estaba hecho y estaba contento con lo realizado.
Al día siguiente partimos para Bhubaneswar para coger el vuelo hacia Delhi y desde allí rumbo a España. Recuperamos la maleta después de una odisea en el aeropuerto, pero lo importante eran las nuevas imágenes que podía aportar a este gran serie de 15 años de viaje por este otro mundo.
Ya está el libro acabado y viene de camino desde EE.UU., done lo han impreso y espero poder presentarlo en mi taller el próximo día 30 de noviembre con un total de 100 imágenes recopiladas, que son todas las que he ido publicando en esa serie de artículos. Pronto daré información sobre él y como adquirirlo.