martes, 10 de abril de 2012

15 años de viaje por el otro mundo (India, 2004)

Llegó la hora de cambiar de registro, ya estaba un poco cansado de Latinoamérica y me apetecía un cambio radical, así que me fui a India. Como siempre consulté con expertos en el tema y esta vez mi amigo Jesús Jaime era el más idóneo, había visitado el país en algunas ocasiones por distintas zonas, así que una tarde fuimos José Luis Moreno y yo a su casa de Mijas, parece que fue ayer, lo estoy viendo mostrándome imágenes digitales a las que les había metido nieblas o nubes bromeando conmigo que en aquel entonces no quería saber nada de aquel nuevo sistema que no acababa de convencerme. Yo seguía con mis carretes y me fui a la India con mi Hassel, la Contax y las panorámicas Horizon y Noblex y un montón de películas en blanco y negro y algunas diapositivas en color.

Niño en Rajastán


Jesús nos aconsejó que fuéramos a Rajastán, era lo mejor para un primer viaje, así que mi nuevo compañero de viaje y yo trazamos un recorrido saliendo de Delhi, por Bikaner, Mandawa, Jaisalmer, Pushkar, Jodhpur, Jaipur y Agra, donde está el Taj Mahal, para regresar de nuevo a Delhi y directamente a España. Nos acompañaron Carlos Verdú, un fotógrafo catalán y un amigo suyo, así que cogimos dos 4x4 para ir más cómodos y recorrimos la zona durante el mes de Febrero. Contratamos el viaje por Internet, estudiando las mejores ofertas y la verdad que esta vez el guía nos falló, no estaba muy por la labor fotográfica y se mosqueaba bastante cuando no queríamos acceder a sus peticiones de visitar palacios o ir de compras.

Mujer de Jaisalmer

Realicé 75 rollos en blanco y negro y 11 de diapositivas en color, alrededor de 2000 imágenes, de las que quedaron seleccionadas 30 fotos con las que realicé una exposición en la Sala del Corte Inglés de Málaga, también se expuso en la Sociedad Fotográfica de Guipúzcoa en San Sebastián. 
Fue un viaje muy interesante, conocer una cultura totalmente distinta, aunque con los problemas del idioma, algo fundamental para poderte relacionar con las gentes del lugar, eso en Latinoamérica no sucede.

Dejamos una puerta abierta a este importante lugar que en su extensión es tan grande como Europa y merece la pena recorrerlo a todo lo largo, pero como siempre suelo hacer en mis viajes, prefiero abarcar poco y no perder mucho tiempo en moverte de un lado a otro, ese día de desplazamiento al final no haces nada. He seleccionado estas tres imágenes de este viaje, ya que luego vendrán otros dos más adelante.

Madre e hija en Jaisalmer




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No quiero cerrar el capítulo sin recordar a un maravilloso cocinero de Jaisalmer que nos hizo más llevadero la comida indú, algo dificil de acostumbrarse por sus condimentos, y el no saber que te estás comiendo, era como jugar a la ruleta rusa cada vez que pedías un plato, al final acabábamos pidiendo arroz con vegetales y terminas un poco harto de ello. Son las partes negativas de estos viajes "exóticos", muy interesantes fotográficamente hablando, pero que tienes que soportar un montón de vacunas antes de salir y llevarte algo de comer si quieres subsistir varios días, pues en todos sitios no hay infraestructura para comer medio decente y cuidado con la carretera, es de locos conducir allí, ya me lo advirtió Jesús y no pensé que fuera para tanto. Lo cierto es que ya no podremos hablar más de viajes, de fotografía, de tantas cosas, que aún le hecho de menos, la fotografía te da la oportundad de conocer a mucha gente, pero amigos de verdad, como Jesús hay pocos.

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