domingo, 25 de marzo de 2012

15 años de viaje por el otro mundo (La Española, 2003)

Esta vez decidí visitar la llamada en la antigüedad Isla La Española, que en la actualidad alberga los países de Haití y República Dominicana. Aunque mi intención era sólo Haití, pero era complicado acceder a ese país, así que decidí volar a Santo Domingo y de allí recorrer la parte de la Isla pegada a Haití para poder pasar por la frontera. Era la zona menos turística y lógicamente la que tenía menos infraestructura, desde la capital cogí un autobús que me llevó hasta Barahona.

Niños jugando en Barahona


Cargué con  mi cámara Contax G-2, la Noblex 135-U y la Horizon para los infrarrojos. Sólo formato de 35 mm esta vez, había decidido ir ligero de equipaje y rápido para trabajar, es lo mejor para el reportaje documental, mi intención de este proyecto, retratar lo que hay, con mi visión personal, claro está.

Visité también Bahoruco y luego me trasladé a Monte Cristi, cerca de la frontera con Haití, allí estaba mi meta en Dajabón, donde un día a la semana era día de mercado y abrian la verja para que los haitianos pasaran y pudieran comerciar con sus artesanías para cambiarlas por comida, era alucinante ver como corrían una y otra vez con montones de cartones de huevo en la cabeza.

Frontera de Haití
Era un tránsito sin parar, enormes cantidades de gentes, incluso a través del río llamado Masacre, en memoria de una gran masacre sucedida en aquella frontera. Pude adentrarme algo, pero sin visado no podías pasar, así que tuve que hacerme un visado de un día para pasar y regresar luego, mi intención era ir a la población más cercana y fotografiar en ella, así que después de pasar la aduana y sortear a los pesados guías que quieren llevarte de "turismo", cogí una moto (son los taxis de aquella región) y fuimos a Ounaminthe, la primera población cercana a la frontera, me adentré en un colegio y después recorrí algunas de sus calles, todas sin asfaltar, aquello era realmente otro mundo. Pero la situación se fue poniendo difícil había gente que no querían fotos y algunos empezaron a preguntar el porqué. Aquello no era República Dominicana, no tenía nada que ver, así que decidí retornar caminando y fui fotografiando lo que pude por el camino.

Mirada, Haití
En ese camino realicé uno de mis retratos favoritos, el de una niña haitiana sentada en la puerta de su casa, creo que la mirada lo explica todo, es lo que intento transmitir en mis imágenes, tan sólo añadiré que me causó una gran sorpresa cuando la vi en mi hoja de contactos, hay fotos que esperas ver con ansiedad cuando las revelas y otras como ésta te sorprenden gratamente, pues la tiré rápidamente y hice sólo una toma con un angular de 21 mm.

Seguimos rápidamente hacia el otro lado de la valla, ya estaba el sol muy alto y aquí no había nada para comer, aunque al otro lado tampoco es que hubiese una gran variedad, tan sólo un restaurante que regentaba un francés se podía comer lo que se llama decentemente.

Recuerdo al regresar ese día en el autobús nos pararon en un control policial, pidieron documentaciones y acto seguido un sargento se quitó la gorra para que todos fueran echando "el impuesto correspondiente", se comprende que venían del mercado de la frontera y de esa forma harían la vista gorda de lo que hubiese trapicheado cada uno.

Colegio de Ounaminthe, Haití



Al llegar a Monte Cristi decidí cambiar de ubicación buscando un destino con mejor infraestructura y me fui a Puerto Plata, aquello me desencantó un poco fotográficamente hablando y además me cogieron tres días seguidos de lluvias fuertes sin parar y sin poder hacer nada, por primera vez en un viaje me entraron ganas de cambiar el vuelo y volverme, no me sentía inspirado, así que decidir volver de nuevo a Monte Cristi para hacer algo de nuevo en la frontera haitiana, es lo que más me había gustado del viaje.

Visité Copey, Enriquillo, Tres Cruces, San Rafael y Ciénaga donde asistí por primera vez a las peleas de gallos para tomar fotografías, era la como la fiesta nacional dominicana, todo un ritual, ver como le añadían espolones a los gallos, como los pesaban una y otra vez, gallos que habían criado durante un año y luego los sometían a un combate a vida o muerte donde jugaban grandes sumas de dinero.

Peleas de gallo en Ciénaga


Nueva visita al mercado haitiano y la frontera, el problema es que sólo era un día a la semana, el otro tema era las peleas de gallos, que igualmente sólo se celebraban los fines de semana, lo demás poco me inspiraba, fue uno de esos viajes que no te dejan ganas de volver, quizás porque no has conectado como querías o te esperabas otra cosa, de todas formas me quedo con dos fotos muy importantes para mi en este viaje, la que comenté arriba de la mirada de la niña en Haití y esta que ilustro a continuación de unos niños bañándose en el interior de una casa en Bahoruco (Rep. Dominicana), sólo por esas fotos mereció la pena el haber estado en esos lugares.

Niños en Bahoruco
Anciano en Bahoruco
Después de tirar casi 60 rollos de película, de vuelta a casa organizando en el aeropuerto en esas largas esperas, como hacer los revelados de los rollos en el menor tiempo posible, la cantidad de líquido disponible de cada  cosa, el agua destilada, como organizar las tandas de revelado en función de las películas y sus sensibilidades, toda una parafernalia que hoy desaparece con el digital, en ese momento en el aeropuerto ya están las imágenes en positivo, puedes ir organizando las selecciones a través de un pequeño portátil o disco duro con pantalla y cuando llegas a casa la gran criba está ya hecha, sólo queda el ajuste definitivo de cada imagen, "el positivado". Cuanto ahorro de tiempo, pero y el resultado final, realmente nos convence como antes, a veces lo pienso cuando comparo estas imágenes de antes con las de ahora y eso que la cosa ha cambiado bastante con los papeles de fibra y algodón y las impresoras de tintas pigmentadas, entonces será nostálgico, no se pero todavía sigo llevando algunas películas a mis viajes y hago al menos una veintena de rollos y  conservo mi cuarto oscuro con la ampliadora Besseler y demás equipo en pleno funcionamiento, pero cada vez se hace más cuesta arriba el preparar químicos, que acaban caducando por el espaciado tiempo entre las sesiones de laboratorio.
Próximo capítulo : India, Rajastán (2004).

1 comentario:

  1. Excelente, calidad y ambientación.
    Saludos desde Venezuela.
    Pedro Cruz (MFIAP)
    http://www.flickr.com/photos/pedro-cruz_mfiap/

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