Después de dejar nuestro maravilloso apartamento con vistas al malecón de La Habana y tomar un consistente desayuno nos espera abajo nuestro choffer Jorge para llevarnos en una guagüita a Viñales, dos horas y medio de camino nos esperan.
Llegamos a Viñales a media mañana y procedemos a distribuirnos en distintos alojamientos cada uno, ya comenzamos a ver los cambios en Cuba, Viñales está sobre saturada de turismo y ya no es la misma ni siquiera a la de hace un año, la última vez que estuve, a pesar de haber reservado con más de tres meses de antelación, hay problemas con los alojamientos y algunos han de desplazarse algo más lejos. Está totalmente cambiada en la calle principal no queda una sola casa que no sea de alquiler, un paladar, una tienda... Y yumas (como llaman a los güiris) por todos lados, será muy dificil hacer aquí una buena foto.
Después de comer descansamos un poco y llega Guillermo a recogernos para iniciar nuestro recorrido por el valle, un pequeño contacto con la Cuba Guajira lejos de turistas. El calor se hace notar y hay que echarse las cremas de protección para el sol para no quemarse la piel, que aquí cae bien el Lorenzo a esa hora. Entramos en casa de tabacos y caminamos por el campo.
Un momento de descanso en una ponchera, donde se arreglan los pinchazos y a continuar el camino, Guillermo parece disfrutar con nuestros comentarios y es que como los andaluces no hay nadie, acostumbrado a sus pequeñas giras con los yumas.
Continuamos antes de caer la tarde hacia la hacienda de Benito, que no he dejado de fotografiar en todos mis viajes desde que llegué por primera vez a Viñales, uno de los campos de tabaco de este pueblito de Viñales con una gran vista fotográfica.
Allí encontramos como no a Giovanni, ese negrito que de día trabaja en la plantación y por la noche se convierte en el rey de las pistas de bailes en el Patio del Decimista de Viñales, donde antes se daban citas los lugareños y ahora está lleno de turistas, habrá que ir esta noche a tomarse un mojito y verlo bailar es tan grande el espectáculo como sus poses en esas plantaciones, en las que sobre todos las damas de este viaje no dejaron de fotografiar una y otra vez.
Y con esa labia que gasta, las deja a todas... Nos vamos a darnos una duchita, a cenar, descargar las fotos del día y luego a vivir un poco la noche cubana, pero a dormir pronto que mañana toca madrugón para recorrer el Valle con Guillermo antes de que el sol caliente demasiado.
Este día ha sido algo más suave que el de ayer, así vamos intercalando para que no haya demasiado cansancio. Mañana tocará un día más fuerte, no queda otro remedio si deseamos captar buenas e interesantes imágenes.
www.juanmiguelalba.es
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