jueves, 17 de marzo de 2011

Viaje a India (1)

Este año he visitado las tribus de Orissa en la India, ha sido un viaje interesante lleno de grandes experiencias, la primera fue la pérdida de la maleta que contenía todo lo necesario para el viaje, es la primera vez que viajamos con una sola maleta para reducir bultos y la única en que la maleta no llegó a su destino, por lo que tuvimos que comprar todo lo necesario para continuar el viaje (ropa, útiles de aseo...). Suerte que nunca facturo el equipo fotográfico y los cargadores de batería iban dentro del equipo, por lo que sólo perdí el cargador de la Canon G-11 y las pilas de recambio para la X-Pan II que tuve que comprar de nuevo.

Desde Delhi nos desplazamos a Bhubaneswar en avión interno para iniciar el recorrido por las tribus de Orissa, allí nos esperaba nuestro guía Sanatan con su chófer. Al día siguiente después de realizar las compras necesarias para el viaje iniciamos el recorrido, la primera parada fue Baliguda donde visitamos las tribus de Kutia Khonda que habitan en sus montañas. Esta tribu era nueva para mí, ya que en mi anterior viaje de 2008 no la habíamos visitado, se caracterizan por las pinturas sobre el rostro y sus pirsin sobre nariz y oídos. Caminamos a pié durante toda la mañana recorriendo algunos poblados y de noche volvimos a nuestro módico alojamiento de duras camas para reponer fuerzas para el siguiente día que partiríamos para Rayagada.

El viaje a Rayagada por una carretera en pésimo estado nos llevó casi todo el día, por el camino fuimos visitando más poblado de los Kutia Khonda, al mediodía paramos a comer en un "restaurante local" donde te sirven la comida (arroz blanco) sobre una hoja de parra con unos cuantos "pegotes" de verdura con mucho picante alrededor, era el momento de sacar aquel maravilloso salchichón que se quedó en la maleta en el aeropuerto de Delhi, así que no tuvimos más remedio que comprar unos plátanos por el camino para poder subsistir.

Nos levantamos al amanecer, como siempre para aprovechar las mejores luces de día y porque las carreteras están todas en muy mal estado y tardamos en llegar a los lugares. Hoy vamos al mercado donde bajan las tribus Dongoriya Khonda, que no son nada afables, nada más hay que ver sus rostros, atuendos, peinados... Estas tribus, como la mayoría que pueblan esta región de la India, aprovechan el día de mercado para intercambiar géneros que traen de sus tribus por otros distintos. Las mujeres son las que llevan todo el peso y cargan sobre sus cabezas las hojas de parra que luego utilizan como platos, vasijas que contienen algún alcohol que ellos mismos destilan y otros productos de la tierra para vender o cambiar. Por la tarde continuamos camino  y nos detenemos para contemplar las labores de agricultura de campesinos de la zona.
Al atardecer retornamos de nuevo a nuestro alojamiento para darnos una buena ducha, descargar las tarjetas en el ordenador y visionar el trabajo realizado si nos da tiempo, clasificando las imágenes y elaborando la plantilla de metadatos.
Quinto día de viaje, hoy visitamos la tribu Bonda, la más salvaje del lugar, su dialecto es el bondo, llevan el cuello lleno de grandes aros que es signo de su estatus económico y social, cuantos más aros llevan mejor status tienen y visten con ligeras ropas que ellas mismas elaboran con semillas de sus poblados, en invierno se cubren con una ligera túnica azul para resguardarse del frío. Los hombres son bastante peligrosos y no es conveniente fotografiarlos, bajan al mercado principalmente a beber alcohol, lo cual los hace más agresivos aún. Las mujeres se dejan algunas tomar fotografías a cambio de algunas rupias, cuentan que bajan fundamentalmente al mercado que se celebra un día a la semana en el poblado de Onnukadhi para intercambiar sus productos por especias para las comidas.


Esta vez el guía no consintió llevarnos a su poblado, pues decía que hace poco habían matado a dos turistas que fueron solos y que no era aconsejable visitar a los Bonda en su territorio, ya en la anterior ocasión nuestras vidas corrieron serio peligro y tuvimos que marcharnos de allí a toda prisa, después de habernos levantado a las cuatro de la madrugada para viajar hasta el poblado de Katamguda caminando casi más de dos horas a través de montañas y ríos. Fue una gran experiencia que esta vez no pudimos repetir, nos conformamos con verlos en el mercado y salimos al encuentro para verlos procesionar hasta el mismo.
(continuará)

2 comentarios:

  1. Hola Juan Miguel, una sorpresa descubrir tu blog. Todo un acierto que además de tus fotos relates tus experiencias en los viajes fotográficos. Hay que aprender a estar preparado para cualquier eventualidad, forma parte de los inconvenientes que debe de afrontar el viajero y su pasión, en este caso, el proyecto fotográfico.
    Muy interesante para los que queremos llevar a cabo la Fotografía de Viajes.

    Un abrazo.

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  2. Hola Juan,enhorabuena por tu blog y gracias también a Manuel por la recomendación.
    Estupendo relato de un viaje tan interesante y aventurero, y por lo que cuentas, no exento de peligro. Las fotografías también son estupendas.
    Veo que compartimos las mismas aficiones de la fotografía y los viajes, de hecho yo también abrí un blog colectivo con la misma temática:
    www.navegandoabizancio.blogspot.com

    Un saludo.

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