domingo, 21 de octubre de 2012

Viaje a Camboya, Octubre 2012


Regresamos de un nuevo viaje, desde el avión y en  las esperas en los aeropuertos vamos dando forma a este escrito. Ahora viene lo peor, el camino de vuelta, cuatro vuelos y más de veinte horas de viaje que se hacen interminables, pero todo merece la pena si al final conseguimos nuevas imágenes que añadir a mis trabajos fotográficos, este viaje ha sido más corto, prácticamente siete días de trabajo y he capturado unas 3500 imágenes, después de hacer la primera gran criba, ya tengo las 50 con las que seguramente comenzaré a dar forma al trabajo.
 



Esta vez ha sido diferente, he combinado paisaje (templos de Angkor) con reportaje documental (la vida de la gente en este país), que es lo que suelo hacer en estos últimos dieciséis años en mis trabajos. Después de un día en Bangkok de tránsito para Siem Reap (Camboya), visitamos por la mañana un mercado flotante a unos 80 kms., de la ciudad, que después de ver los de Camboya, no mereció la pena en absoluto.
  
A la llegada a Camboya fuimos a visitar el famoso poblado flotante del Lago Tonle Sap, donde luego pude comprobar que es mucho mejor otro que descubrí al final  y después mencionaré, Tonle Sap está hecho para el turismo, te cobran 20 dolares por el paseo en barca durante algo más de una hora y te llevan a un pequeño poblado donde visitas una escuela, antes te dicen que los niños son huérfanos y no tienen para comer, que si quieres le compras en una tienda un saco de arroz de 25 Kg., para que coman diez días. Cuando llegas a la tienda y ves a un tipo vestido en plan “chuleta” con gafas de sol, cadenas de oro y un taco de billetes en el bolsillo, de todo lo que los turistas le compramos (a 25 euros el saco), te das cuenta del negocio. Pero al final lo compras y se lo das a los niños, aunque  te quedas sabiendo que te han tomado el pelo una vez más. Luego visitas un criadero de cocodrilos donde hay una tienda de souvenir para que compres y de vuelta a casita. NO RECOMIENDO ESTE RECORRIDO EN ABSOLUTO.

 
El camino hasta el lago si me resultó interesante, hasta tal punto que volvimos otro día para fotografiar a la gente que vive al lado del lago. Todos los recorridos los hicimos en tuc-tuc, una especie de motocarro, que va abierto, no como en la India y te da una mejor visión de lo que sucede a tu alrededor, el conductor iba despacio, con gran cuidado, así que lo contraté para todos los días y por unos 100 euros estuvo con nosotros los siete días. Al final quedó encantadísimo con nosotros y nos dijo que nunca en su vida nadie lo contrató tanto tiempo, lo máximo fueron dos o tres días.
 
 
El calor era sofocante y la luz muy mala, a veces después de alguna tormenta salían algunas nubes, pero en general la luz ha estado fatal, a pesar de que madrugábamos todos los días  a las seis de la mañana, para estar ya en ruta a las siete. También los templos estaban repletos de turistas, era imposible a veces conseguir lugares vacios para fotografiar,  es  lo que tiene sitios tan turísticos… Por lo demás, podías comer por apenas 10 euros los dos y las comidas estaban muy bien. El hotel extraordinario, habitación amplia, caja de seguridad, albornoz, zapatillas, agua mineral, todo incluido, más un desayuno con  buffet bastante amplio y piscina por si quieres relajarte cuando llegas de un duro día de trabajo, todo por 36 euros. Hotel Angkor Riviera.
Si sacas un bono de 40 dolares por persona (aquí en este país se funciona con dólares), puedes visitar los templos durante tres días todo el tiempo que desees. Realmente es lo ideal, pues en un día es difícil ver varios, ya que algunos son bastantes grandes y merece la pena, realmente con una buena luz y poca gente se puede hacer un buen trabajo, claro que siempre esta Photoshop para hacer luego unos “arreglillos”.  Para mi son imprescindibles los de Angkor Wat, Bayon y Ta Prhom, el templo de las raices.
Por el camino a algunos templos hay algunos poblados interesantes para fotografiar la forma de vida de esta gente, con casas en alto, para salvaguardarlas de los animales y el agua. Al final casi sin quererlo descubrí el gran poblado flotante, menos turístico que el anterior mencionado, es  un bosque sumergido, pero a mi lo que realmente me gustó fue la vida de estos personajes con sus casa flotantes sobre el agua, se llama Komplong Phluk y está mucho más lejos de Siem Reap que el anterior, por un camino más malo, pero merece la pena incluso el reportaje de este camino, que ya no me dio tiempo a realizar, pues lo descubrí el ultimo día, lo visité a la caída de la tarde, por lo que volvimos al dia siguiente por la mañana temprano, pues el recorrido son mas de tres horas, llegas a un punto que desembarcan  y allí coges una pequeña canoa que por tres dólares te llevan por el poblado y el bosque sumergido, el viaje en barco te cuesta quince dólares, menos que el de Tonle Sap, más tiempo y más interesante, la verdad es que el primero me defraudó. Realmente mi viaje a Camboya se suscitó por un reportaje que vi de este poblado en un programa de TV.
 
Vuelvo con casi 50 GB de archivos, bastante menos que en otros viajes, realmente este fue mas corto, algunos rollos de película con mi cámara panorámica (cada vez menos), pero muy satisfecho por los momentos  y la experiencia vivida, es lo esencial y ahota toca "revelar" las imágenes conseguidas, estas que ilustran el reportaje  no son de las que pasaron  la criba final, pero servirán como pequeña muestra para este reportaje. Cuando esté terminado lo colgaré  en mi web, dentro de la sección “Portfolos”, donde figuran los trabajos realizados hasta el momento durante mis más de treinta años como fotógrafo recorriendo parte de este planeta (España, Francia, Portugal, Suiza, Marruecos, Venezuela, Cuba, Perú, República Dominicana, Haití, India, Viet-Nam y ahora Camboya). Espero que lo disfrutéis tanto como yo.
 
www.juanmiguelalba.es

domingo, 14 de octubre de 2012

Templos de Angkor, Camboya

Hoy hemos vuelto a ir de templos, el recorrido ha sido más largo que el día anterior, pero menos intenso. Al mediodía mientras comíamos ha caído una inmensa tormenta que ha durado cerca de una hora (que suerte), hoy la luz estaba algo mejor y la tormenta ha favorecido la formacion de algunas nubes, por lo que al final he regresado a Ankor Wat donde podía haber medio millón de asiáticos (mayoría japoneses) para ver el templo (es que soy andaluz y somos un poco exagerados), también algunos europeos y españoles, que desde que estoy aquí no se si lo seguiremos siendo o hemos perdido  ya esa condición.
 
Templo de Angkor Wat


Por fin conseguí la foto que deseaba tener para mi colección de grandes maravillas del mundo. Aunque habrá que mejorar algo el proceso, que lo he hecho en mi pequeño ordenador  de viaje aplicando los nuevos virajes del CS6 que me han encantado como veréis, en un plis-plas para colgarla en este blog.
Mañana toca reportaje con la gente, he encontrado por el camino una pequeña población que me ha resultado muy interesante y voy a ir mañana a visitarla para seguir también con ese tema. En este viaje toca "piedras y gente", pero realmente estos templos son una maravilla están inmersos dentro de la jungla y hay escenas impresionantes, lástima que la luz no acompañe demasiado.  Esta noche he visitado una galería, que me ha recordado mucho la de mi amigo Jesús Jaime, y he visto unas fotos muy interesantes de un fotógrafo llamado John Mc Dermott en blanco y negro sobre los templos de Angkor. Si tenía alguna duda, me ha reafirmado el tratamiento que pienso dar a estas imágenes.
Estoy cansado y continuaré otro día, mañana hay que seguir fotografiando.

 

sábado, 13 de octubre de 2012

Saludos desde Camboya

Después de más de veinte horas de viaje y coger cuatro vuelos, ya estamos en Camboya. Llevó aquí ya cinco días y la verdad ha merecido la pena, aunque hoy nos hayamos pegado una paliza tremenda recorriendo templos, algo que siempre me ha horrorizado, esto es otra cosa, como ya me pasó con Machu Picchu, Taj Mahal, los templos de Angkor merece la pena no morir sin visitarlos.
 
procesada con CS6 y sus nuevos y maravillosos virajes argénticos

 
Hace un calor tremendo, he sudado como en ningún viaje y ahora os escribo esto desde el hotel después de descargar las tarjetas, procesar esta imagen ligeramente y mañana otra vez diana a las seis de la mañana, esperando que la luz me sonría, hasta ahora bastante dura, aunque esta tarde nos cayó un aguacero mientras capturaba esta imagen.
 
El viaje esta siendo interesantisimo, a la vuelta ya os contare mas detalles, saludos a todos los fotógrafos viajeros y a los otros también claro y a los que le gusta la fotografía.
A todos mis amigos. Desde Camboya.
 
 

 
 

viernes, 5 de octubre de 2012

15 años de viaje por el otro mundo (India, 2009)

Nuevamente de viaje a la India, esta vez me acompañaba Mati, quien nunca había estado allí y por fin se decidió a visitar este inmenso y variado país.
Llegamos a Delhi y desde allí volamos a Varanasi, ciudad santa, lo que quiere decir que va a ser difícil tomar una cerveza y la comida casi toda vegetariano, pero bueno siempre hay excepciones...
 




 
 
Hacía mucho calor, por lo que como siempre madrugamos y a media mañana había que volver al Hotel a descansar, el calor se hacía insoportable a veces. Era la auténtica India, calles estrechas que daban a una gran avenida con mucho tránsito y diversidad de castas y religiones.
 
 


Mati, al ser la primera vez que venía alucinaba con todo aquello y no se arrepintió en absoluto de tomar esta vez la decisión de acompañarme, aunque por la tarde diésemos una vuelta por las orillas del Ganges para ver los crematorios y oficios fúnebres. La verdad es que a ambos nos encantó Benarés o Varanasi como suelen llamar a esta ciudad del Noreste de la India.
 
 
Este viaje trabajé más en formato digital, empleando una cámara de sensor completo alternando dos objetivos: 24-105 y 17-40mm., también utilicé mi formato panorámico argéntico, aunque esta vez sólo hice cinco rollos.
 
Después de tres días allí volvimos a Delhi, donde nos esperaba Misra, el guía que normalmente utilizaba mi querido  amigo Jesús Jaime.
 
Nos dispusimos a visitar Rajastán, tal como lo había hecho cinco años antes, para mostrar a Mati esta otra India de suntuosos palacios mezclados con la miseria de la mayoría de sus habitantes, las luces y las sombras, como le llamé a mi anterior trabajo en esta zona.

Comenzamos por Agra para visitar el Taj Mahal, esta vez nos fuimos temprano a la otra orilla para intentar hacer algo de reflejos sobre el río, aunque había muy poca agua, para ello madrugamos bastante y luego visitamos el palacio. Después continuamos la ruta camino de Jaipur, la ciudad azul y visitamos sus alrededores.

 

 

Camino de Pushkar nos desviamos a un poblado llamado Pachewar famoso por su fuerte, que me había recomendado Jesús, allí estuvimos un par de días, lugar tranquilo con gente amable donde realicé quizás la mayor parte de las fotos importantes del viaje. Realmente era lo mejor, quedarte en un lugar y así te familiarizas con la gente y puedes trabajar mejor.

La mitad de las fotos seleccionadas para este reportaje se hicieron en Pachewarde allí partimos hacia Pushkar, también ciudad santa, aunque demasiado turística, tiene un enorme ghat donde la gente hacen sus plegarias y abluciones, pero estaba en obras, con lo cual la estancia allí fotográficamente fue nula, por lo que partimos rumbo a Jaisalmer, la puerta del desierto del Thar, aunque esta vez no me adentré en él. Merece la pena visitar esta ciudad si vas al Rajastán, aunque es uno de los puntos más lejanos, el calor allí llegaba a ser asfixiante y encima con los cortes de energía eléctrica a veces te quedabas sin aire acondicionado en el hotel y sin refrigerador para las bebidas en los restaurantes.
 
Retornamos hacia Delhi por Bikaner y Mandawa, famosa por sus havelis, casa pintadas que son una auténtica maravilla, aunque como casi todo por allí, muy abandonado y sin cuidado alguno, que pena.
 
Por el camino íbamos parando cuando nos encontrábamos alguna situación interesante y a Misra no se le había ido el pie en el acelerador, las carreteras habían mejorado bastante en esta zona, por lo que nuestro chófer pisaba a fondo, a pesar que iba todo el camino diciéndole: "despacio, foto, foto..." pero ni caso, el estaba deseoso por llegar a la ciudad de destino cuanto antes. La verdad es que no tuve suerte con los guías en esta zona de la India.
 
 
Pese a todo encontramos algunas situaciones interesantes como la foto de arriba, una cooperativa que se construía sus propios ladrillos para sus casas y sobre todo la de las cosechadoras de trigo que hay un poco más arriba en este reportaje, que me "pagó" este viaje con el premio conseguido en el Certamen de Salamanca Agricultura y Ganadería.
 
Bajo mi punto de vista Rajastán se ha vuelto demasiado turística y ya todo el mundo te pide rupias su quieres hacerle una foto y algunos a tarifa alta. Es complicado hacer fotos sin estar rodeado de niños pidiéndote y mujeres que son muy reacias a la cámara fotográfica, quizás todo esto tenga bien parte de culpa la fotografía digital que ha popularizado en exceso el reportaje de viajes. A veces te ves fotografiando en un poblado lejano donde crees que no ha ido nadie todavía y los niños se acercan a mirar por la pantalla LCD para ver la foto.
 
La India es un país muy grande y con gran variedad de culturas, así que en futuro procuraré ir a otra región, para mi Rajastán, está ya acabado y estoy satisfecho de lo que he realizado en esta zona.